La infidelidad, una nueva causa para un despido
Si usted es de quienes anda feliz manteniendo una relación extramatrimonial, especialmente porque nadie “los ha cogido”, tenga precauciones, ya que podrían llegar a despedirlo en caso de que todo el mundo se entere.

Nadie niega que vivir la emoción de un nuevo (y más si es prohibido), puede resultar algo bastante excitante y que genera felicidad; lo cual puede llegar a verse reflejado en un aumento de la productividad laboral. La cosa empieza a complicarse es cuando se trata de un caso que se da entre dos compañeros de trabajo o, peor aún, cuando se mete con personas comprometidas o casadas, dentro de la misma oficina o que tengan algún tipo de relación.
En esto, la inteligencia emocional juega un rol muy importante, ya que no sólo es aquella que le permite tener ese sentido común en ese tipo de situaciones (especialmente al recordarle su nivel de autoestima), sino que también es importante para identificar las consecuenciasque una forma de actuar, como éstas, pueden acarrear.
Y aunque en muchas empresas pueden permitirse las relaciones entre compañeros, la situación es muy distinta cuando se trata de meterse con la esposa o el esposo de un colega de trabajo suyo, como le pasó a un colombiano por estos días. Resulta que todo se conoció porque el hombre puso una demanda al considerar que su empresa lo había despedido sin justa causa y que, por lo tanto, debían indemnizarlo.
Hasta ahí, nada extraño, pero resulta que al hombre lo echaron por el hecho de que tuvo una relación con la esposa de uno de sus subalternos, lo que la empresa justificó como una “falta al código de ética de la compañía” además de que el hecho trascendió “la órbita privada, afectando las relaciones de respeto y creando un mal ambiente laboral”. Y es que dicha relación se había mantenido durante los últimos tres años.
En el fallo, se determinó que “cuando ese tipo de relaciones se hacen públicas o notorias y afectan el buen ambiente laboral que debe observarse dentro de un sitio de trabajo, la situación es distinta (…)lo cual puede poner en entredicho la paz laboral que debe reinar en una comunidad de trabajo, en tanto pueden generarse diversas circunstancias de las cuales puedan también desprenderse ambientes negativos de trabajo, que deben ser conjurados con medidas como la adoptada por la demandada en el caso bajo examen”.
Entonces, el hombre que fue despedido quiso demandar a la compañía, resulta que todo el proceso estuvo en su contra y, de hecho, la Corte Suprema de Justicia estableció que era él quien ahora debía pagarle a la empresa una suma de $3 millones, por gastos de trámite, por haber pedido una recusación que no era necesaria.
Lo cierto es que con este caso queda en entre dicho varias situaciones porque, fue gracias al código de ética de la empresa, que la situación se dio, pero en el caso de que una empresa no lo tenga estimado, ¿qué puede pasar? Si bien aquí pueden haber detractores (que defiendan al hombre despedido) también habrá quienes apoyen la decisión tomada, teniendo en cuenta la falta de ética de parte del empleado.
Incluso, de acuerdo con expertos en recursos humanos, si se llega a plantear un panorama en el que este hombre hubiera seguido en la empresa, en su mismo cargo, muy probablemente el clima laboral se vería afectado, especialmente, en términos de respeto; ya que la víctima de la infidelidad puede perder totalmente el respeto a su jefe, deteriorando no sólo la relación sino también la actividad normal de la empresa. ¿Usted qué opina?
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